Queridos Reyes Mágicos:

Este año que se acaba de ir a tomar por saco (bendita la hora), me he portado todavía peor que hace dos. Y que hace tres. Como concadeno desgracias, soy ahora más chulo que Ramoncín. Ya me podéis traer un carro de ‘cagaos’ de los camellos esos que os venden lo de estar despierto toda una noche de curro, que me resbala. A ver con qué me sorprendéis este año.

Pero yo no pido para mí, que eso es de egoístas. Voy a plantear esta carta que os escribo como lo hacen los niños que se presentan a esos concursos que organizáis desde Oriente. Esos de escribir la carta más bonita para leerla al recibiros, si lo ganas, en público y ante atril, acompañado del alcalde de la ciudad que corresponda y de ustedes tres (concejales?), mientras miles de niños empiezan a salivar porque no ven llegar el momento de descorchar las bolsas de caramelos. Todas esas cartas que los nenes os escriben empiezan así: «Para este año, quiero la paz en el mundo».

El suicidio del bloguero

Zapatero, el ex presidente del Gobierno de España después de la mayoría absoluta obtenida por Pérez Rubalcaba a base de chuparse marrones, dice que solo le ha dicho a una persona qué es lo que va a hacer con su futuro. Es decir, si se va a presentar a las próximas elecciones para volver a delegar funciones. Sé que muchos estaréis pensando que el elegido para guardar tamaño secreto es un servidor. Pues no. Es más, crecen los rumores a cada segundo que el tiempo va a pasando en el sentido de que no es verdad. No se lo ha dicho a nadie.

Sin embargo, a fecha de hoy, como bloguero suicidado en el que me convertiré cuando usted, lector, acabe con este post (no me ha hecho falta que Sinde me lo cierre), puedo vaticinar, y aquí quedará constancia, que el de la ceja no volverá a una lista electoral. Han sido ocho años duros para él. Desde el 11-M con el que se estrenó a la movida de la crisis que todos padecemos ahora. Mucho desgaste al mismo ritmo que el chalé de Carbajal de la Legua iba subiendo de pisos. Demasiado tentador.

                                               La ceja de la discordia. (Foto: intereconomia.es)

El estado del Estado

El presidente del Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado la entrada en vigor del estado de alarma, la primera vez que eso sucede en tiempos de democracia. Ni Tejero ni el 11-M ni la emisión sin censura de la programación de Telecinco han sido acontecimientos históricos lo suficientemente graves como para mutar el estado natural del Estado artificial en el que vivimos.  Han tenido que ser los controladores aéreos los que, con la amenaza ejecutada de joder el puente al personal, se han subido a las barbas de este presidente electo de la democracia que no se ha presentado para ello.

Estos profesionales de altos vuelos también van a ir a parar a lo hondo del pantano de Luna, junto con el de Wikileaks. Su pecado ha sido ni más ni menos que meterse con el niño gafotas, Pepiño Blanco. Decidieron no ir a trabajar. Y alegaron que se encontraban malos. Ahora les obligan a currar o el peso de las leyes recaerá sobre ellos. Supongo que también habrá semejante penitencia para otro pecador de la pradera. Zapatero tampoco ha ido a trabajar ningún día durante la movida. Como otro controlador aéreo cualquiera. Aunque él ni si quiera ha dicho que estaba malo. De lo que no se ha debido enterar es de que el estado de alarma en su país, antes de esto, ya estaba activado.

  España, a cal y canto. (Foto: laverdad.es)

Superhipermegabucle cósmico

Decía Zapatero que España y Portugal podrían comenzar a organizar un mundial de fútbol para que todo estuviera listo en un mes. Cabe recordar que los dos países que comparten península, además, comparten protagonismo en el acrónimo PIGS (cerdos en la lengua de su, más que graciosa, descojonante majestad) y en el de GIPSY (gitanos). La diferencia entre ser cerdos o gitanos es cuestión de Berlusconi.

De esta forma es como se conoce internacionalmente a los países de Portugal, Irlanda, Grecia y Spain (one point), cuyas iniciales conformarían la voz inglesa ‘pigs’. En el segundo de los casos, el de gitano, se toman las mismas iniciales pero además se le suma la ‘i griega’ o ‘ye’, en castellano, que correspondería a Italy (one point también para ellos). O lo que es lo mismo, que en los tiempos que corren ¿quién se fía de unos cerdos gitanos como Portugal y España para organizar nada?

Sangre en el Sáhara

La cosa en Marruecos está que arde, literalmente. Estados Unidos que últimamente non está muy por la labor de ser abogado del diablo nada más que con India, acogió una reunión entre saharahuis y autoridades marroquíes para tratar de solucionar la situación, que comienza a preocupar. España no es ni puede ser ajena al caso saharaui, es un país al que Marruecos no quiere en su territorio. Y la forma más efectiva es la de, literalmente, cargarse a la prensa de un país con el que las relaciones, ya de por sí, no son muy buenas.